A
mi madre.
Tus
brazos siempre se abrían,
cuando
quería un abrazo.
Tu
corazón comprendía
cuando
necesitaba una amiga.
Tus
ojos tiernos se endurecían
cuando
me hacía falta una lección.
Tu
fuerza y mi amor me guiaron,
y
me dieron alas para volar.
¡GRACIAS
MAMÁ!
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